"A LOS HIJOS DE LA IGLESIA ORTODOXA RUSA..."

Foro en español y portugués para discutir los diversos aspectos de la Ortodoxia Tradicional.


Post Reply
User avatar
Priest Siluan
Moderator
Posts: 1939
Joined: Wed 29 September 2004 7:53 pm
Faith: Russian Orthodox
Jurisdiction: RTOC
Location: Argentina
Contact:

"A LOS HIJOS DE LA IGLESIA ORTODOXA RUSA..."

Post by Priest Siluan »

"A LOS HIJOS DE LA IGLESIA ORTODOXA RUSA EN LA PATRIA Y EN LA DISPERSION".

"La Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, confiesa que es parte de la Iglesia Madre, que se ha nutrido y nutrió al pueblo ruso y civilización y grandeza como estado. Solamente ella puede hablar de la Patria.

Antes que las terribles tribulaciones llegasen sobre la Iglesia de Rusia, el Señor de la Providencia, por Su poderosa mano, dejó una pequeña parte de ella fuera de las fronteras del estado ruso, preservando de esta manera su libertad eclesiástica y completa independencia de todo poder político.
Treinta y cuatro Obispos Rusos que se hallaban en el extranjero, actuando según el decreto inspirado por Dios al Patriarca Tikhon y al Santo Sínodo (fechado 20-11-1920), establecieron la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero que existe hasta hoy...

Sin romper con la Madre Iglesia, siguiendo su vida con una mirada atenta, amante, y devota, la parte en el extranjero se alegra en sus triunfos y llora en sus tribulaciones. Ella sabe y confiesa que la vida de la Iglesia en la Patria desde 1917 hasta hoy, va por un camino doloroso a la vez que glorioso; el camino del martirio y la confesión, del ocultamiento en catacumbas, de existencia ilegal, de guerra con el ateísmos oficial militante y de la esclavización de los pastores de la Iglesia.
.
En medio del frenesí de la terrible, sangrienta y atea revolución, muchos millones de rusos, para preservar su bienestar, se unieron a los Renovacionistas, rompieron con la Iglesia, vergonzosamente renunciaron a la fe de sus padres, e inclusive se pasaron a las filas de los ateos y educaron a sus hijos fuera de toda creencia religiosa.

En este terrible tiempo de apostasía, recordando las palabras del Salvador: "En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, Yo he vencido al mundo" (San Juan, 16:33), la Iglesia presento a Cristo una multitud de mártires y de intrépidos confesores, que sufrieron inocentemente y fueron asesinados por defender la fe Ortodoxa. Su sangre lava la vergüenza de sus hermanos de sangre, apostatas de Dios. Fue un sacrificio voluntario, purificador, por los pecados de su pueblo.

Entonces los que luchan contra Dios celebraron su triunfo sobre sus víctimas inocentes; asesinaron al manso Zar, a quien todos abandonaron, porque era el símbolo de un reino Ortodoxo y de una majestad ortodoxa; asesinaron a los pastores de la Iglesia, monjes y laicos, al pueblo que amaba a Cristo, hombres, mujeres y sus inocentes hijos.

Los asesinaron con refinadas torturas morales, con mofas, con pelotones de fusilamiento, con azotes hasta la muerte, con tortura por el hambre, por el frio ~ por el trabajo insoportable en los campos de concentración. Ebrios de la sangre de sus víctimas, los ejecutores alcanzaron los extremos de locura de sepultar vivas a sus víctimas, arrojarlos a ríos, cortarles lenguas y orejas, colgarlos de las Puertas Reales de las Iglesias, asesinando a sus víctimas junto con sus mujeres e hijos.

Y cuando los asesinaban, podían presentar solamente una acusación: "siervo de Dios" o "creyente Cristiano".

Los fieles iban como ovejas al matadero, sometiéndose a la voluntad de Dios hasta la muerte. Nada, podía a1ejarlos de su amor a Cristo; ni el dolor, ni las difíciles circunstancias, ni la persecución, ni el hambre, ni la desnudez, ni el peligro, ni la espada. (Rom. 8:35)

Su heroísmo espiritual ilumino a la Iglesia Ortodoxa con una nueva gloria en los días de las fieras persecuciones, se convirtió en nuestro triunfo, nuestra gloria y nuestra alegría. Pasaron victoriosamente de la Iglesia militante a la Iglesia triunfante de eterna alegría.

Pero la Iglesia de Cristo es Una, y la Iglesia celeste y terrenal viven una; vida, un amor en Cristo. Presenciando su heroísmo espiritual nosotros sufrimos con ellos. Oramos por ellos.'Pero mas Y mas frecuentemente los fieles nos preguntamos ¿no será tiempo de rogarles a ellos en lugar de rogar por ellos?

Porque sin duda alguna ellos entraron en la Gloria del Señor. .
Pero para que nuestras oraciones a ellos sean perfectas, a coro con la Iglesia toda "con una boca y un corazón" es apropiado que" la Iglesia dé su bendición en esta materia, por una acción de canonización de los Santos Nuevos Mártires. "Yo me alegraré de la glorificación de los mártires'; escribió un confesor de nuestros tiempos en Rusia. "Les he orado desde hace mucho tiempo, pero desde ahora mi oración será canónica, participada por la Iglesia".

Cada Iglesia autocéfa1a local, Ortodoxa, canoniza sus propios santos en decisión tomada por un Concilio de Obispos, que sigue los deseos de sus pastores y rebaño, que creen en la santidad del mártir y desean rogarle como Iglesia, con una oración en común.

La Iglesia Rusa de la Unión Soviética no puede hacer esto actualmente, por habérsele quitado la posibilidad de expresar su opinión y de actuar de acuerdo a sus convicciones. Está atada a la administración atea que puso su objetivo en subyugarla y eventualmente en aniquilarla completamente. No tiene libre accionar y sus obispos no pueden participar en los actos de la canonización. Están mudos, mientras los 'ateos testifican falsamente al mundo que nunca hubo mártires de la fe, que los fieles de Rusia gozan de total libertad para confesar sus creencias.
y ahora, lo que ninguno podía hacer, fue hecho la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, con pío temor ante la sangre de los mártires, como pequeña parte de la Iglesia Rusa, pero en su nombre.

Con alegría les informamos, hermanos y hermanas, que en New York, el domingo 19 de Octubre/l de Noviembre de 1981, nuestro Sínodo ha GLORIFICADO CON LOS SANTOS A LOS NUEVOS MARTIRES y CONFESORES Y al hacer esto, dio voz a los deseos y oraciones de sus pastores así como a los incontables confesores en la Patria...

Por el acto de la Glorificación, la Iglesia expresa su amor por los mártires, su certeza de que son santos con el Señor, su reverencia ante su heroísmo espiritual, su deseo de emularlos y de rogarles a su amor para que nos ayuden a nosotros pecadores. Y en esta oración de amor se cumple el santo misterio de la Unidad que Nuestro Salvador predicó: "Para que todos sean uno, como Tu en Mí y Yo en Tí, Oh Padre" (San Juán, 17:21).
Por la glorificación de los mártires somos hechos dignos de la mayor ayuda de Dios por sus oraciones. Y esta ayuda es necesaria para todos los que desean vivir de acuerdo a los mandamientos de Dios, y primeramente para los cristianos perseguidos y sufrientes de nuestros terribles tiempos.
Amados hermanos y hermanas, roguemos fervientemente a los que fueron más fuertes que nosotros y que habitaron entre nosotros. Ellos conquistaron el mundo: ' "experimentaron vituperios y azotes, y más de esto prisiones y cárceles... siendo destituidos, afligidos y atormentados" (Heb. 11:36,37). Pero ellos "de los que el mundo no es digno" en las palabras del Apóstol, recibieron "no la promesa" sino la plenitud de la bendición y alegría en la vida eterna, como continúa el mismo Apóstol "para que no sean perfeccionados aparte de nosotros" (Heb. 11:38,40) ¡Ellos están esperándonos! ¡Ellos nos llaman para que los sigamos! teniéndolos como intercesores celestiales, "despojémonos de todo peso,
y del pecado que nos asedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar".(Heb.12:1,3) .

Julia VOZNESENSKAYA
("Orthodox America”, Octubre de 1982)

Post Reply