LA FORMACION DEL PENSAMIENTO HELENICO CRISTIANO

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Giorgos
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TAMBIEN SAN SERAFIN DE SAROV...

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Querido en Cristo Suaiden,


Para comenzar con lo prometido aquí está el pasaje de la “Conversación de San Serafín” que se refiere al tema de cristianos, judíos y paganos. No se podrá, seguramente, acusar a este dulce santo campesino ruso ni de “intelectual” ni de “filetismo griego”. Sin embargo hace las mismas consideraciones.
Creer que primero es la fe judía, es un grave error, que fue el origen de la herejía judaizante, herejía que tiene muchas derivaciones en todas las cuales se disminuye (es decir FINALMENTE SE NIEGA) la Divinidad de Cristo. La Revelación a los judíos es una condescendencia de Dios. Ni Adán, ni Noé, ni Abraham fueron judíos. No lo fueron ni de nación ni de religión. La Revelación de la Santa Trinidad es precisamente eso, una REVELACION TRINITARIA, y todas las Teofanías que se revelan en la Vieja Alianza (Paleo Diatheke [“diathikí” en la pronunciación griega nacional] ) son las del LOGOS, la Segunda Persona de la Trinidad Santa, manifestable a la naturaleza humana por la congruencia “económica” del Theandrismo (Divino-Humanidad) con el hombre.
Y es precisamente la vertiente helénico-pagana de la Revelación la que prepara a los pueblos (Ethni) para la aceptación de la Encarnación y de la Trinidad Santa, CONCEPTOS QUE SON CULTURALMENTE RESISTIDOS EN EL JUDAISMO RABÍNICO.
Ciertamente la Encarnación tiene un tiempo histórico desde el vientre de la Madre de Dios, pero no tiene un tiempo desde el “seno del Padre” (Prólogo de San Juan). Ahora bien, si desde toda la Eternidad en la”Economía” Trinitaria estaba prevista la “humanización” ( “kai enanthropízanta” [“y se hizo hombre”] )del Hijo, TODAS LAS VISIONES DE LA DEIDAD del A.T. son Trinitarias y Teándricas, es decir son de todo Dios (todo el Dios revelado, la Trinidad Santa y el Logos Humanado) y por el Hijo Encarnado (“Felipe, quien a Mi ve, al Padre ve”).
La historia de las versiones escriturísticas, así como los reclamos de los Padres por las adulteraciones y omisiones generadas en las Antiguas Escrituras Hebreas, para desfigurar, negar, disimular o disminuir las Profecías dan abundante testimonio de la conducta del rabinismo judaico frente a la absoluta novedad del Cristianismo, como nuevo género, nueva nación, nuevo pueblo elegido al que se aplica la totalidad de la Promesa, sustituyendo al viejo “pueblo elegido” que pierde así toda promesa, toda elección, todo privilegio.
Así los Cristianos se encuentran liberados para siempre de “las vanas observaciones judaicas”, y de la forma judaica de pensar (“iudaiophron”), pues como dice el gran san Ignacio de Antioquia, Padre Apostólico, en la Epístola a los Magnesios “No es el cristianismo quien debe convertirse al judaísmo, sino el judaísmo al Cristianismo”.

Esta absoluta novedad (“kainothes”) se manifiesta en la Nueva Alianza (“Kainé Diatheke”), a la que se suele traducir como Nuevo Testamento, el que es un término restrictivo del carácter de “Alianza” definitiva, eterna, para todos los tiempos, para todos los hombres, para todas las estirpes (“predicad a todos los pueblos” [”panta ta ethni”] )que tiene.

CONVERSACION DE SAN SERAFIN DE SAROV CON MOTOVILOV

El árbol de la vida y el pecado original
A fin de que Adán y Eva pudiesen mantener siempre en ellos sus propiedades inmortales, perfectas y divinas, provenientes del soplo de vida, Dios plantó, en medio del paraíso, el árbol de la vida, en cuyos frutos El encerró toda la sustancia y la plenitud de los dones de Su divino aliento. Si Adán y Eva no hubieran pecado, habrían podido, ellos y sus descendientes, comer los frutos de este árbol y mantener en ellos la fuerza vivificante de la gracia divina, así como la plenitud inmortal, eternamente renovada, de las fuerzas corporales, psíquicas, y espirituales, perpetua juventud, un estado de beatitud que, actualmente, nuestra imaginación apenas puede representarse. Pero habiendo gustado el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, antes de la hora y contrariando los mandamientos de Dios, conocieron la diferencia entre el bien y el mal y se convirtieron en el blanco de los desastres que se abatieron sobre ellos después de su desobediencia. Perdieron el don precioso de la gracia del Espíritu Santo y, hasta el advenimiento a la tierra de Jesucristo, Dios Hombre, el Espíritu no estuvo en el mundo.

El Espíritu de Dios en el Antiguo Testamento
Esto no significa que el Espíritu de Dios hubiera abandonado totalmente al mundo, pero su presencia no era tan manifiesta como en tiempos de Adán, o como lo es en nosotros, cristianos ortodoxos, sino que permanecía extraño, y los hombres lo sabían. Así por ejemplo, muchos secretos concernientes a la salvación futura de la humanidad fueron revelados a Adán y Eva después de la caída. Pese a su crimen, Caín pudo escuchar la voz divina profiriendo reproches. Noé conversó con Dios, Abraham vio a Dios y Su día y se regocijó de ello. La gracia del Espíritu Santo se manifestaba externamente en todos los profetas viejo-testamentarios y en los santos de Israel. Los judíos tenían incluso escuelas especiales para aprender a discernir las señales de las apariciones de Dios o de los Ángeles y a diferenciar las acciones del Espíritu Santo de los acontecimientos de la vida cotidiana, privados de gracia, Simón, Joaquín y Ana, y numerosos otros servidores de Dios fueron gratificados con frecuencia por manifestaciones divinas. Ellos escuchaban voces, recibían revelaciones confirmadas a continuación por acontecimientos milagrosos, pero reales.

El Espíritu de Dios entre los paganos
El espíritu de Dios se manifestaba del mismo modo, aunque con menor fuerza, entre los paganos que no conocían al verdadero Dios, pero entre los cuales El encontraba también adeptos. Las vírgenes profetisas, por ejemplo, las sibilas, cuidaban su virginidad para un Dios Desconocido, pero no obstante un Dios, a quien se estimaba como el Creador del universo, el Todopoderoso gobernando el mundo. Los filósofos paganos, errando en las tinieblas de la ignorancia de Dios, pero buscando la verdad, podían, por esta búsqueda agradable al Creador, recibir, en cierta medida, el Espíritu Santo. Se dijo: "Cuando los paganos que no están bajo la ley, cumplen lo que corresponde a la ley por inclinación natural, aunque no tengan ley, se constituyen en ley para sí mismos" (Rom 2:14). La verdad es agradable a Dios a tal punto que El mismo proclamó por su Espíritu: "La fidelidad surge de la tierra, y la justicia se asoma desde el cielos" (Sal. 85/84:12). Así, el conocimiento de Dios se conservó en el pueblo elegido, amado por Dios, de la misma forma que entre los paganos, ignorantes de Dios, después de la caída de Adán y hasta la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo.

La llegada de Cristo revelada por el Espíritu Santo

Sin éste conocimiento, siempre conservado celosamente por el género humano ¿cómo habrían podido saber los hombres, con certeza y justicia, que había llegado Aquel que, según la promesa hecha a Adán y Eva, debía nacer de una virgen predestinada a destruir la cabeza de la serpiente? Así es como San Simeón, a quién le había sido revelado a la edad de sesenta y cinco años el misterio de la concepción y nacimiento virginal de Cristo, puede proclamar valientemente en el Templo, y refiriéndose a Jesús, que tenía ante sí la evidencia de lo que le había sido predicho por un Ángel hacia trescientos años (según la tradición, el anciano Simeón había vivido hasta la edad de 385 años). Y también Santa Ana, que en su viudez, a los ochenta años, servía a Dios en el Templo, anuncia que el Mesías, el verdadero Cristo, Dios y hombre, el Rey de Israel, vendría para salvar a Adán y a todo el género humano.-

Hasta Aquí San Serafín.

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   Eludo por ahora los restantes temas, entre ellos los  filológicos, referentes a la versión de los LXX (como “textus receptus”), y las   t r a d u c c i o n e s   Peshita,  y texto Masorético, así como el tema de la lengua en que predicó el Señor, más allá de los ridículos, ignorantes y quizá malignos (o malamente inspirados) comentarios supuestamente habidos entre un supuesto archimandrita ruso y un supuesto obispo griego.

Solamente hago notar esto: no es posible comparar al inglés con el griego por la densidad semántica que el griego tiene.
No hubiera sido posible la redacción del Prólogo de San Juan en inglés. Dejemos estas tonteras para los mormones.
En cuanto a la referencia al heresiarca Tertuliano, útil para los “donatistas”, “cátharos” y “puros” de ayer y de hoy que se atreven a juzgar a la Iglesia, y andan en busca de una “iglesia” digna de ellos mismos, dejémosla ahí. “Que los muertos entierren a sus muertos”.

(LA MAYOR PARTE DE ESTE TEXTO FORMA PARTE DE UN TRABAJO DESTINADO A SU PUBLICACION Y SE ENCUENTRA PROTEGIDO POR EL CORRESPONDIENTE Copyright- Gracias)

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                                       En Cristo,
                                                                         Giorgos

¡SEÑOR JESUCRISTO TEN PIEDAD DE MÍ PECADOR!

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