APELACIÓN
del Sínodo de Obispos, Clero y Laicidad de la perseguida Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma (ROAC)
El Sínodo de Obispos, clero y laicidad la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma se dirige atentamente a usted, quien preside una importante organización de derechos humanos, motivados por una cuestión de suma importancia. Peticionar a usted para que tome nota de certeras violaciones contra la Constitución de la Federación Rusa, contra la Ley de Libertad de Conciencia, y contra la Declaración de los Derechos del Hombre, y rogarle que tome las medidas apropiadas para que estas violaciones no se repitan.
Esta cuestión involucra la golpiza a la que fue sometido el 13 de Octubre el Primer Jerarca de nuestra Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma, el Metropolita Valentín de Suzdal y Vladimir, mientras se encontraba en su casa en Suzdal. El ya entrado en años y enfermo Metropolita, quien sufre un caso agudo de diabetes entre otras enfermedades, quién ha tenido más de una cirugía de bypass en su corazón, y quién padece de una profunda ulcera en su pie, fue abordado por criminales desconocidos, quienes lo maniataron de pies y manos, lo amordazaron, y luego lo envolvieron en una alfombra y repetidamente lo golpearon a puntapiés. Para aumentar los sufrimientos, ellos quitaron las vendas que cubrían las heridas de sus pies.
Estas atrocidades perpetradas a un hombre anciano e indefenso, solo pueden compararse con las torturas y atrocidades que bolcheviques perpetraron sobre tantos miembros del episcopado, clero y laicado, en primer lugar, porque ellos se atrevieron a creer en Dios, y en segundo lugar, porque se negaron a unir a la “Iglesia de Renovationista” que había sido formadas por los oficiales soviéticos, y luego, porque ellos se negaron a someterse bajo la NKVD y su departamento especial, la Iglesia Ortodoxa Rusa Moscú-Patriarcado de Moscú, la cual fue fundada por Stalin y el Metropolita Sergio (Stragorodsky). Desde una región a otra de la URSS, desde Kolyma hasta Alma Ata, la sangre de aquellos mártires fue vertida en torrentes, y los asesinos de aquellos nuevos mártires continúan con sus intentos hasta este mismo día. Ahora, nuevamente, en Suzdal, centro espiritual de la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma, está fluyendo la sangre de los perseguidos sucesores de la Iglesia de los Nuevos Mártires de Rusia.
Sin ninguna duda, este triste hecho esta vinculado con la discriminación que efectúan los funcionarios gubernamentales locales contra los derechos de los creyentes de la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma, lo cual va teniendo lugar desde ya hace mucho tiempo. Desde los muy tempranos momentos de nuestra separación del Patriarcado de Moscú en 1989, fuimos objeto de persecución por parte de las autoridades locales, cuando comenzaron los problemas por la transferencia de la propiedades de las iglesias y otras propiedades eclesiásticas. En la actualidad, se ha vuelto prácticamente imposible incorporar una nueva parroquia o diócesis.
La comunidad de Santa Xenia en Novaya Kupavna, región de Moscú, luego de tres largos años largos de duro trabajo para requerir su incorporación, no ha podido conseguir el permiso necesario para terminar de edificar su templo el cual yace sobre terreno propio. En Vologda, mientras su centro religioso se incorporaba bajo la diócesis de Suzdal, las autoridades locales dijeron a la comunidad que no habría ningún problema para transferir las propiedades eclesiásticas con tal de que contaran con los papeles de incorporación emitidos por el gobierno. Sin embargo, no obstante, la demanda de la comunidad fue denegada, basándose en que todas las iglesias ya habían sido transferidas a la diócesis de Vologda del Patriarcado de Moscú. Entonces, la comunidad solicito un edificio o lote de tierra para que poder construir una iglesia, pero esta demanda también fue denegada. La respuesta fue más o menos la siguiente: “Hay ya bastantes iglesias en el área. Vayan y recen en alguna de ellas. Total, todos ustedes tiene el mismo Dios.”
En la región de Bryansk, nuestros sacerdotes fueron, no solamente, amenazados por los representantes de la diócesis de Bryansk del Patriarcado de Moscú, sino que también por los funcionarios regionales, los cuales han hecho declaraciones en contra, a pesar del estado jurídico y legal de la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma, argumentando de que esta es una organización cuasi-legal que está en una categoría especial y bajo observación, y aconsejaron a los sacerdotes a preocuparse mas por el futuro de sus hijos.
En la región de Vladimir, por motivo de una tacita orden del Gobernador Vinogradov a sus funcionarios, la escritura del templo de San Juan el Precursor en el pueblo de Pavlovskoye, región de Suzdal, cual ha sido restaurado de las ruinas por los enérgicos miembros de la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma, todavía no ha sido transferida a los fieles, a pesar de todas las decisiones judiciales a favor de a ellos.
No esta permitido incorporar parroquias para la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma en el área de Khabarovsk, así como también en las regiones de Chelyabinsk, Orenburg, Perm, etc. En lugar de procesar sus aplicaciones para incorporación, los funcionarios de allí, intentan convencer a los sacerdotes para que retornen al Patriarcado de Moscú, comentando sus propias opiniones sobre Metropolita Valentín, informan a las diócesis locales del Patriarcado de Moscú sobre cada intento en la incorporación por parte de la comunidades la Iglesia Rusa Autónoma y cumplen cada directiva dictada por Patriarcado de Moscú.
De esta manera, los funcionarios gubernamentales terminan actuando como agentes de organizaciones, cuales en virtud de su posición jurídica, están separadas del gobierno. Una complicada situación se ha desarrollado en la propia ciudad de Suzdal, centro de la diócesis de Suzdal. Dos iglesias recientemente construidas, cuales fueron edificadas a pedido de los mismos funcionarios de la ciudad, (la Iglesia de los Santos Nuevos Mártires Santos de la Iglesia de Rusia en el nueva microregion, y la Iglesia de San Vladimir en el cementerio), no han contado con ningún marco legal durante cinco años hasta ahora, como resultado de las instrucciones expresadas por gobernador de la región de Vladimir, Sr. Vinogradov, con la connivencia del anterior alcalde de Suzdal, Sr. Ryzhov, quien al mismo tiempo era jefe departamental de la FSB de Suzdal. Estas iglesias, con el beneplácito de las autoridades, han sido más de una vez blancos de blasfema profanación por parte de personas que pertenecen al Patriarcado de Moscú, quienes organizaron el “Comité para Luchar contra la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma en el Territorio de Suzdal.”
Hace dos años en Suzdal, desde 2001 hasta 2003, los matones de la “Unión de Veteranos Chechenos” y de “Nashe Delo” (la Cosa Nostra) en repetidas ocasiones golpearon a varios de nuestros clérigos y laicos, incendiaron sus casas y uno de nuestros monasterios. Las autoridades locales (el alcalde de Suzdal, A.Y. Ryzhov, el jefe de GROVD, S.V. Belousov, el fiscal de distrito de Suzdal, A.A. Smirnov, el fiscal de distrito regional, A.V. Shaykov, y el gobernador de la región de Vladimir, N. Vinogradov), no han hecho absolutamente NADA para proteger a los fieles. Todos estos casos delictivos están cerrados. Todas las apelaciones por escrito, dirigidas tanto a las autoridades de la ciudad como a las de la región, terminaron con la antigua y común frase, “no se encontró ninguna señal de tipo delictiva.” La horrenda campaña de carácter homicida contra el Metropolita Valentín, la cual fue llevada a cabo en las páginas de los periódicos, también continúo impune (Russky Vestnik, Sovershenno Secretno, Prizyv), con sus llamadas a “destruir físicamente,” “cortar las orejas del Metropolita Valentín para advertirle que luego seguirá su cabeza,” “asperjar” al Metropolita Valentín (el periódico regional de Vladimir Prizyv, 14 de junio de 2001), “torcer el cuello del pequeño cerdo” (Russky Vestnik, #17-18, 2002), “poner fin a esta asunto y limpiar la tierra de Suzdal” (Russky Vestnik, 29-30, 2002). El 5 de julio de 2001, el periódico Prizyv declaró abiertamente que, el “Padre Valentín debería ser fusilado. Por causa de este cometido deberíamos olvidarnos por un momento de que la pena capital esta prohibida, de esta manera, habría que meterle un tiro en la parte trasera de su cabeza, y transmitirlo todo por TELEVISIÓN.” El caso y las pruebas fueron presentados ante la corte, así como la convicción impropia, de todas maneras, también han quedado impunes, y sin poder encontrar justicia en ninguna parte. Parece como si estuviéramos viviendo nuevamente aquellos días de 1937.
Estamos convencidos, de que los antedichos hechos no dejan ninguna duda de que el Patriarcado de Moscú, junto con las autoridades locales, se han asignado la tarea de destruir la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma y a su Primer Jerarca. Esta idea es apoyada por las publicaciones citadas arriba, en donde se declara abiertamente que si el Metropolita Valentín es quitado de la escena, “su iglesia autónoma será absorbida por el Patriarcado de Moscú, dado que la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma no tiene ningún otro líder de su calibre” (Prizyv, #146, 15 de agosto de 2001). Y ahora, nosotros vemos un acto violento perpetrado contra el presidente de la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma, el Metropolita Valentín.
Una y otra vez, nosotros imploramos a usted, para que haga todo posible para poner fin a toda discriminación y violación de los derechos de los fieles de la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma, para detener este desenfreno, y expresar vuestra protesta contra la persecución de la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma y su Primer Jerarca, el Metropolita Valentín.
(a continuación las firmas de 75 clérigos y laicos)