Epístola de Natividad de Met. Valentin 2009/2010

Foro en español y portugués para discutir los diversos aspectos de la Ortodoxia Tradicional.
Post Reply
User avatar
Priest Siluan
Moderator
Posts: 1939
Joined: Wed 29 September 2004 7:53 pm
Faith: Russian Orthodox
Jurisdiction: RTOC
Location: Argentina
Contact:

Epístola de Natividad de Met. Valentin 2009/2010

Post by Priest Siluan »

Epístola de Natividad

de Su Eminencia Valentín, Metropolita de Suzdal y Vladimir

Al piadoso rebaño de la Iglesia Ortodoxa Rusa

Amados en el Señor, hijos de la Iglesia de Dios!

Los saludo cordialmente y felicito por la muy alegare y salvífica festividad de la Natividad de Cristo.

Este día solemne, nuestros corazones experimentan un gran alegria, un culmine regocijo - pues indiscutiblemente se ha cumplido el gran misterio: Dios se ha manifestado en la carne (1 Timoteo 3: 16). De La Virgen María ha nacido el Divino Cristo Niño: “En este día, junto a los Profetas, el Cielo y la tierra se regocijan…, los ángeles y los hombres celebran esta fiesta en espíritu…, los pastores proclaman la maravilla; los magos de oriente llevan obsequios a Belén y nosotros con labios indignos, traemos alabanzas… a él: “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”.

En estos días de gran regocijo por la maravilla de que el Divino Cristo Niño haya descendido a la humanidad, han sido publicadas en todo el mundo, tristes novedades desde la Ciudad de Suzdal, donde por la voluntad de Dios, en el ya distante año 1990, fue instalado el centro espiritual y administrativo de la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma. Estas novedades son acerca de que el clero y los fieles de nuestra Iglesia han sido expulsados de la manera más brutal y blasfema, de los templos que habían sido entregados para uso perpetuo. Las acciones de los funcionarios gubernamentales invitan a inquietarse y reflexionar a los cristianos ortodoxos quienes viven en un estado el cual se denomina “justo y democrático”. Aquellos templos que han sido tan amados en los corazones de cada uno de los fieles, han sido quitados.

La Iglesia Ortodoxa y los fieles ortodoxos, quienes han sido expulsados de los templos ortodoxos, son sometidos a persecuciones de la manera más horrenda. Al mismo tiempo, nuestro país, Rusia, no se proclama ahora como un estado ateísta, no implanta el ateísmo o cualquier otra ideología "obligatoria". Además, las autoridades rusas, constantemente nos tratan de convencer de que nuestro país es libre y poderoso, “esta de pie luego de haber estado de rodillas”, constituye un estado justo, y sus autoridades garantizan la libertad de culto, respetan los sentimientos y las convicciones de los creyentes, especialmente de los ortodoxos. Insistentemente, nos aseguran, que en Rusia hay un renacimiento espiritual, que su pueblo se esta purificando de la suciedad y corrupción moral, que hemos heredado de la época del ateismo soviético.

¿Pero qué es lo que vemos en el corazón de la Santa Rusia - antiquísimo centro de la santidad rusa - la ciudad Suzdal? Funcionarios de las fuerzas del orden del poder actual, arrojan a la calle, quitándolos de los antiguos templos ortodoxos, al pueblo ortodoxo ruso, nativos de Suzdal, ciudadanos de Rusia, que con sus propias fuerzas, con fe y amor, con pensiones y salarios miserables, han restaurado estos templos desde las ruinas, en los cuales, con permiso del estado y con legitimas bases legales, elevaban sus plegarias a Dios.

Los injustos tribunales, obedeciendo las instrucciones de las autoridades, no han escuchado los razonables y claros argumentos de los fieles y han decidido deshonrar nuestra fe. Ellos fueron totalmente indiferentes sobre que significan para nosotros, los ortodoxos, los templos, cuales no son sólo “monumentos culturales e históricos”, sino que allí hay cosas sagradas, son lugares donde se posa la gloria de Dios, imágenes de la Presencia Divina en este mundo. Es imposible expulsar a los fieles ortodoxos del templo, prohibirles rezar en estos templos, sin ofender sus sentimientos y convicciones espirituales. Los mismas autoridades que afirman que hay un renacimiento espiritual en Rusia han llevado a cabo esta ofensa!

Tales cosas no han ocurrido en Rusia desde comienzos los años sesenta, desde el tiempo de las denominadas “persecuciones khruchevianas”, aunque por muchos rasgos las actuales persecuciones recuerdan mucho al más lúgubre período de la historia nacional, aquel de fines de los años treinta. ¿Por qué tenemos el arrojo de decir esto? Las persecuciones de los años sesenta, aunque han llevado a reducir a la mitad el número total de los templos que funcionaban, y a pesar de que fue acompañada por acciones blasfemas y abusos contra los fieles, fue llevada a cabo, como dicen hoy, de forma "puntual". Es decir, las autoridades cerraban los templos, pero calculando que los fieles podrían ir a la iglesia que se encontrase funcionando en la región o ciudad más próxima. Las actuales persecuciones contra nuestra Iglesia Ortodoxa Rusa son de carácter masivo, las autoridades nos expulsan de TODOS los templos históricos disponibles en Suzdal, y planean en un futuro próximo expulsarnos también de TODOS los templos rurales de la región de Suzdal.

A diferencia de los organizadores de las “persecuciones khutchevianas”, los actuales perseguidores no nos dejan ni siquiera un solo templo, donde, hablando con sus mismos términos, los fieles pudieran satisfacer sus necesidades espirituales. Resulta entonces, que estas persecuciones están apuntadas no a la restricción de la vida de la iglesia, como en los años sesenta, sino a su destrucción total – al menos en su forma legal y visible –es decir, a la total sumisión de nuestra Iglesia en las catacumbas, en la clandestinidad. Tales políticas gubernamentales recuerdan al terror estalinista de fines de los años treinta – con la única diferencia que todavía no ha habido ejecuciones masivas de clérigos y fieles (el asunto se limita a la intimidación y el hostigamiento en la prensa bajo el mote de ataque a los “enemigos del pueblo”).

Como es posible conciliar las aseveraciones de las autoridades, acerca de que en el país se lleva a cabo un renacimiento espiritual y el estado apoya de todas formas posible a los creyentes, con aquellas cosas que nos visibles a todos, es decir, que los templos de Suzdal, fragantes de grandeza eclesiástica, rebosantes de cantos litúrgicos y oración constante, ahora estén cerrados, sellados, "devueltos" al estado.

Contra todo sentido común y ley vigente, el denominado tribunal ha quitado las cosas sagradas, los monumentos históricos y culturales, a los fieles, quienes los han restaurado desde ruinas, quienes han realizado un verdadero embellecimiento de Suzdal y sus alrededores, y los han transferido a un estado sin rostro - representado por el órgano burocrático, cual en su tiempo, ha sido el responsable de transformar estos templos en ruinas! ¿Con cual ley, cual lógica es posible justificar la "decisión" de los jueces entre dos usuarios - aquel quien los ha restaurado, y aquel quién los ha destruido? Tal decisión podría dar testimonio sobre alguna participación en una acción blasfema y satánica, o sobre la ceguera en la ejecución de la orden, sin la menor manifestación de poseer sentimientos humanos y valores propios.

El actual poder “llena la medida de sus padres” (Mateo 23:32), es decir llena la medida de aquellas persecuciones y sacrilegios, que han llevado a cabo los soviéticos ateístas, quienes han llevado a nuestro, alguna vez hermoso, país a convertirlo en horrendas ruinas, cuales llevan en si misma el sello de una maldición del Altísimo.

Desde el punto de vista espiritual, para nosotros, los verdaderos cristianos ortodoxos, el actual poder ruso para nada difiere del poder soviético ateo, al cual, dicho sea de paso, no condena, y con el cual no ha roto lazos sucesorios. El Santo Confesor de Rusia, Patriarca Tikhon, quien ha sido torturado por este poder por su honradez y fidelidad a la Verdad, anatematizó al poder justamente por sus vejaciones masivas contra nuestras cosas sagradas, por la persecución de los fieles y la represión contra los clérigos. Ahora por dar testimonio de esto, por indicar los lazos espirituales del actual poder ruso con el poder soviético, por advertir que aun continúan en nuestro muy sufrido país, las persecuciones y discriminación contra los cristianos ortodoxos, van a acusarnos de extremismo y someternos, aun, a grandes persecuciones. Si esto es aquel "extremismo" por cual ejecutaron a los Santos Nuevos Mártires y Confesores de Rusia, les responderemos que la Iglesia de Cristo con honor esta preparada a padecer esta falsa acusación.

Las persecuciones no sólo nos une a la hazaña de nuestros Padres – los Nuevo Mártires y Confesores de Rusia – sino que también nos hace verdaderos comulgantes de Dios el Verbo Encarnado, Nuestro Señor Jesucristo, Quien dijo a sus discípulos, es decir, a todos nosotros, los cristianos ortodoxos: “el siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Juan 15: 20).

Nos dirigimos a los perseguidores de la Iglesia Ortodoxa Rusa Autónoma: ¿Qué queréis conseguir con estas vanas persecuciones? ¿La historia bimilenaria de la Iglesia de Cristo no les ha enseñado que es imposible destruir la confirmación de la Verdad? ¿Por qué no le confiáis la experiencia a las centenas de generaciones de perseguidores, quienes fueron antes de vosotros? ¿Queréis demostrar que sois más fuertes que ellos? En las Santas Escrituras, nos es revelado que incluso el representante más poderoso e influyente de vuestra hermandad - el Anticristo, quien usurpará el poder global sobre toda la Tierra y a quien obedecerán todas las tribus y pueblos, no podrá destruir a la Verdadera Iglesia.

¿Quizás, les sea necesario que nuestra Iglesia Ortodoxa Rusa, el pequeño rebaño de los últimos tiempos, se degenere, se haga “un sólo espíritu” con vosotros, cómo ha sucedido con el sergianista y ecumenista Patriarcado de Moscú? Sí, algunos de vosotros nos invitan directamente a ir al encuentro con el pseudo patriarca Kirill, “seguir al ejemplo” de la Iglesia Rusa en el Extranjero – es decir, la parte que se ha unido al Patriarcado de Moscú bajo la base de una pseudo-autonomía – Con vuestras promesas podéis seducir a algunos “de estos pequeños”, probablemente aun, de entre el clero. “Muchos serán seducidos – predijo Nuestro Señor Jesucristo, antes de su Pasión en la Cruz - y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos”. (Mateo 24: 10-11)

Tales apostasías siempre han ocurrido en la historia de Iglesia. Particularmente, han sido masivas en el siglo XX, cuando la Iglesia se topó ante persecuciones jamás vistas en toda su historia, cuando los perseguidores han inventado una nueva y "eficaz" forma de seducción - la creación y sumisión forzada de una falsa iglesia. En los años veinte y treinta, en nuestro país, fue físicamente destruida casi toda la antigua generación de clérigos activos y laicos, luego de lo cual, sobre los fundamentos putrefactos “sergianistas” y renovacionistas, el poder soviético ha creado una falsa iglesia, externamente semejante en todo a la Verdadera Iglesia Ortodoxa, “pero negarán la eficacia de ella” (2 Timoteo 3: 5). Vosotros, nuestros perseguidores, tenéis ya tal “iglesia”, totalmente obediente a vosotros, cual apoya en todo a vosotros, con sus incalculables riquezas, seduciendo a millones de nuestros compatriotas con el brillo de sus doradas cúpulas y dorados iconostasios.

¿Que es nuestra iglesia en comparación con el Patriarcado de Moscú con sus muchos millones de seguidores? “una microscópica jurisdicción, - tal como expresan algunos publicistas de Moscú. Pero, a juzgar por la escala e intensidad de las presentes persecuciones contra la Iglesia Ortodoxa Rusa, cuando se habla de la Verdad, el tamaño y el éxito mundano no tiene ningún significado. De hecho, de acuerdo a las consideraciones terrenales, nuestras decenas de comunidades y nuestros varios miles de fieles no podrían "competir" o representar cualquier tipo de amenaza a las decenas de miles de parroquias y los millones de parroquianos que pertenecen al Patriarcado de Moscú. Es imposible medir ambas jurisdicciones bajo la misma escala! Pero vosotros, nuestros perseguidores, nos hostigáis cruel y despiadadamente, esto significa, que no podéis sentiros vencedores y poderosos, cuando una silenciosa voz susurra palabras de Verdad.

Vosotros no estáis preocupados por las estadísticas, sino por el desenmascaro de la iniquidad de vuestras autoridades y el testimonio contra la falsa iglesia que vosotros habéis creado, por eso no podéis dejarnos en paz, porque de hecho es imposible cualquier compromiso en cuanto a materia de fe. Como dijo el Santo Jerarca Marcos de Efeso, es lo mismo decir: “quita vuestra cabeza y marcha mas allá”. Aun si vosotros tendríais existo en hacer apostatar de su confesión de fe a alguno de nuestros fieles y obligarlo a unir al Patriarcado de Moscú, o si conseguiríais quitarnos todos nuestros templos y dar fin a la extendía de nuestra iglesia como entidad jurídica, nada cambiará. El testimonio de la Verdadera Ortodoxia, no obstante, permanecerá sobre nuestra tierra, y aun más - si este testimonio proviene desde los confesores en las catacumbas, perseguidos por vosotros, solo se volverá más justo y legitimo espiritualmente a los ojos del pueblo. La Iglesia de Cristo no esta organizada como vuestro régimen político o como vuestra falsa iglesia del Patriarcado de Moscú. Cuanto más perseguida es la Verdadera Iglesia, más fuerte se torna. ¿Es difícil a vosotros creer que esto es así? Sí, vuestro muy familiar Patriarcado de Moscú se rige según vuestras reglas (o, como vosotros mismos decís, por "compromisos mutuos"): para el poder terrestre es una cuestión de vida o muerte. Más la Verdadera Iglesia es un “Reino no de este mundo”, y sus leyes son muy opuestas a las vuestras. Escuchad lo que Nuestro Señor Jesucristo dijo al alto funcionario romano, Poncio Pilato, cuya posición correspondería a la de un gobernador actual: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí” (Juan 18:36). Y nuestra Iglesia no tiene poder alguno o mecanismo jurídico para hacer frente a las persecuciones y a las autoridades, pero no puede ser destruida. La Iglesia es en si misma aquel mismo Reino no de este mundo, cual ha venido en poder. Está próxima aquella hora, cuando la parte fiel de nuestro pueblo, como los primeros cristianos, dejará vuestros falsos y resplandecientes templos y será conducido a la Luz Increada, Cual, alguna vez, no resplandeció en un lujoso palacio, sino en una humilde gruta. La iglesia de Cristo, perseguida por vosotros, esta regresando a su morada original - en las catacumbas, donde no hay lujo ni riqueza, pero donde “Dios habita con el hombre” (Apocalipsis 21: 3) y donde puede sentirse claramente el aliento del Espíritu Santo.

Que este discurso pueda servir de instrucción a nuestros perseguidores. Quizás, existan algunos entre ellos, quienes todavía no han endurecido completamente sus corazones y aun sean capaces de oír la Palabra de Dios. Que estas palabras puedan servir a ellos como un primero paso en el camino de su salvación. Pero nosotros estamos lejos de pensar en que podríamos ganar para si a la mayor parte de nuestros perseguidores o en poner nuestra “esperanza en los príncipes, en los hijos de los hombres”. El Señor nos prohíbe estrictamente poner nuestra esperanza en ellos (Salmo 145: 3), pues esto sería comparable a la idolatría, a la degradación de la Iglesia en una organización comercial, tal como tristemente observamos que le ha sucedido al Patriarcado de Moscú.

Ahora, quisiéramos dirigirnos a vosotros, con algunas palabras con el propósito de fortaleceros, a nuestros amados hermanos y hermanas, el santo y selecto rebaño de Cristo, el cual el Señor ha contado digno de gran misericordia y honor de ser la Iglesia Perseguida, de llevar sobre sí el sello visible de los sufrimientos de Cristo. Sobre vosotros ha caído una grande y santa suerte! “muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron” (Mateo 13: 17). Porque esto que veis no es la vana y falsa gloria de este mundo, con sus cúpulas e iconostasios cubiertos con láminas de oro, mas lo que veis es la verdadera grandeza de la Iglesia de los Nuevos Mártires, y aunque en una medida pequeña y no tan pesada para vosotros, os unís a la santa hazaña de los Confesores. Que inefable don de Dios! Que inabarcable océano de su Bondad y su Misericordia! Sólo es necesario llevar hasta el fin, con honor y dignidad, el título – hijo de la Iglesia Perseguida – y tratar de no perder la corona del martirio.

Aun, quisiéramos recordarles las palabras de Nuestro Salvador, las cuales habló a sus discípulos, luego de su Resurrección: “No temáis!.. Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28: 10, 18-20). Nuestra Iglesia no ha manchado sus vestiduras, ella se ha mantenido firmemente leal a la Verdad, sin aceptar cualquier compromiso, no obstante, es poseedora de absoluta libertad y la plenitud de la Gracia Divina. Para regocijo del los poderes, es decir, “los gobernantes de las tinieblas de este siglo” (Efesios 6: 12) Ella no ha necesitado volverse versada en asunto diplomáticos, o una mixtura artificial de partículas de la Revelación Divina, con la servil y complaciente mentira. Nuestra Iglesia cumplirá su misión bajo cualesquier circunstancia - con templos o sin templos, con legalidad o en las catacumbas, con el esfuerzo de mucha gente o con el de una sola persona. Las circunstancias históricas externas pueden cambiar, pero el funcionamiento interno de la Iglesia permanece inmutable, en concordancia con la promesa del Señor: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo…”.

Por eso, amados en el Señor os llamo una vez más: regocijaos, no temáis, dad testimonio de la Verdad, llamad a todos al salvífico seno de la Iglesia de Cristo, perseguida en la tierra, pero triunfante en los Cielos! No cedan a la mentira de los cuentos sobre un “renacimiento espiritual”, ni ante las amenazas y la presión. No temáis incluso a la muerte. El señor nos ha librado de este miedo - Él ha vencido a la muerte, ella no tiene ningún poder sobre los cristianos. Recordad: El Señor fue perseguido por desenmascarar a los señores y gobernantes de su tiempo, y finalmente ellos lo sentenciaron a una muerte vergonzosa. ¿Pero Quién ha vencido en esta lucha del Bien contra el mal, la Verdad contra la mentira, el Amor contra el odio?... Por lo tanto, no cedáis ante ningún compromiso, no temáis de perder algo de este mundo, no temáis entregar la vida por Cristo, porque esta vida es solo un instante ante la eternidad, mas la muerte a causa de Cristo es el más glorioso y digno fin.

Recordad también, que la Iglesia de Cristo sobre la tierra no puede ser destruida de ninguna manera, pues el Señor ha prometido preservarla hasta su Segundo Venida, aunque Ella solo fuera nada más que un “pequeño rebaño”. Cuantitativamente, la Iglesia será cada vez mas pequeña, pero que esto no os perturbe, porque “Dios no esta en la fortaleza, sino en la verdad” (proverbio ruso). Lo principal para vosotros es no permitir ser seducidos por los deleites de este mundo, no apostatar de la Iglesia y no traicionar a la Verdadera Ortodoxia.

Y si permanecéis fieles hasta el fin, heredaréis el Reino de las bienaventuranzas, reservado a vosotros desde la creación del mundo. Allí “Dios enjugará toda lágrima… y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apocalipsis 21: 4) “Sí, ven, Señor Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén” (Apocalipsis 22: 20-21).

Que el Divino Cristo Niño no permita que permanezcamos indiferentes a las Verdades y el destino de la Iglesia de Dios! Y que el cántico de Belén siempre resuene en nuestros corazones: “Gloria a Dios en las alturas y en las tierra el paz a los hombres de buena voluntad” (Lucas 2: 14).

Con muchísimo amor en Cristo Jesús

+ Valentín,

Metropolita de Suzdal y Vladimir.

2009/2010

Natividad de Cristo

Suzdal

http://vladimirskaya.blogspot.com/2010/ ... vidad.html

Post Reply