Epístola del Sinodo de ROAC con respecto al "Acta"

Foro en español y portugués para discutir los diversos aspectos de la Ortodoxia Tradicional.
Post Reply
User avatar
Priest Siluan
Moderator
Posts: 1939
Joined: Wed 29 September 2004 7:53 pm
Faith: Russian Orthodox
Jurisdiction: RTOC
Location: Argentina
Contact:

Epístola del Sinodo de ROAC con respecto al "Acta"

Post by Priest Siluan »

Epístola del Sínodo de Obispos de la Iglesia Ortodoxa Rusa (Autónoma)

Al Rebaño que Ama a Dios en Cristo

¡Muy Amados en el Señor, Hermanos y Hermanas!

Ahora, todo el mundo ortodoxo puede dar testimonio de que los hechos han venido ha acontecer de tal manera como fueron escritos en el Libro del Apocalipsis, según las proféticas palabras del Santo Apóstol y Evangelista Juan el Teólogo: “Y se le permitió al dragón hacer la guerra contra los santos, y vencerlos”.

La Fe Ortodoxa es el fundamento de la vida espiritual de cada hombre. Sin embargo, la firma del Acto de Comunión Canónica entre los jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero y los representantes del Patriarcado de Moscú, estos mismos quienes están manchados con infinidad de pecados que datan desde el período del delirio ateísta en Rusia, es un gran golpe contra la Fe Ortodoxa.

El pernicioso camino en que los principales obispos de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero se han embarcado ahora, con el Arzobispo Mark de Berlín a la cabeza, fue apoyado en EEUU, por el actual Metropolita Laurus, quien recientemente declaró en una entrevista que su decisión para unirse con el Patriarcado de Moscú fue tomada tan temprano como en 1980. Por consiguiente, el camino que ha llevado a la firma oficial del “Acta” no ha sido otro que uno de mentiras, intrigas, odios y aniquilación espiritual contra aquéllos quienes portaron los ideales de la Verdadera Ortodoxia y la Santa Rusia.

En Rusia constantemente se dice que existe separación entre iglesia y estado. Sin embargo, se han creado muchas dudas sobre que la tal separación exista de hecho, pues los líderes del Patriarcado de Moscú y de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero hicieron manifiesto al mundo entero, en el momento de la firma de esta desafortunada "Acta", que la unión de estas dos Iglesias será una enorme contribución para las políticas del gobierno del país.

Las heridas todavía siguen sangrando, aquellas que el Patriarcado de Moscú inflingió contra la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, cual, como ellos proclamaban, era el bastión de los operaciones políticas que trabajan en favor de EE.UU. donde el clero derechista, la Guardia Blanca "no neutralizada", los cosacos reaccionarios, y los traidores rusos del Ejército de Vlassov encontraron asilo seguro. Hoy, sin embargo, el líder del Patriarcado de Moscú afirma todo lo contrario: ahora, al perecer él durante su niñez conoció a representantes de la Iglesia en el Extranjero, y puede atestiguar acerca de su servicio consagrado a Rusia y a la Iglesia.

Todavía quedan algunas personas vivas, quiénes puede dar testimonio de cómo, luego de la Segunda Guerra Mundial, algunos obispos del Patriarcado de Moscú, ofreciendo una “mano de amistad” a los obispos, sacerdotes, y fieles en el extranjero, engañaron a algunos para regresar a la patria. Y junto con las autoridades gubernamentales ateístas, les ofrecieron perdón y una buena vida. Pero cuando ellos retornaron a la URSS, lo que les estaba esperando en realidad era el artículo 58 del código criminal y largas décadas de prisión.

Nosotros rememoramos y mantenemos en alta estima al Primer Jerarca de la Iglesia Rusa en el Extranjero, Metropolita Vitaly, a quien ellos para alcanzar la meta de unión con el Patriarcado de Moscú, necesitaron deponer usando engañosos medios, e intentaron someterlo a una evaluación psiquiátrica para establecer su asistencia psiquiátrica.

Ellos trataron al Metropolita Vitaly por oponerse a la unión con el Patriarcado de Moscú de la misma manera que la dirección del Patriarcado de Moscú trató al Arzobispo Germogen cuando él lucho contra el cierre de las iglesias de su diócesis y la diseminación de la fanática propaganda antirreligiosa durante el tiempo del deshielo de Khrushchev; usando el engaño, lo quitaron de sus deberes de obispo gobernante, y lo enviaron a "retiro" a un monasterio bajo estricta vigilancia. ¿Quizás el actual y prospero clero de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero podría esperar el mismo destino?

Tal como el obispo del Patriarcado de Moscú Diomid ha dado testimonio, la organización eclesiástica del Patriarcado de Moscú está manchada por la apostasía, herejía y traición. Es bueno hacer notar que este testimonio no ha sido dado por algún “cismático corrompido por orgullo y revelándose contra la dirección de la Madre Iglesia,” sino que este testimonio viene desde uno de los miembros de su propia administración.

Ahora la caída de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero ha sido completamente finalizada, provocada por la traición de sus Ideales, de parte de aquéllos quienes juraron mantener y preservar aquel fuego lleno de gracia que fue encendido por sus fundadores y quienes lucharon por guardar las tradiciones de la Santa Rusia— los Metropolitas Antony, Anastasy, y San Philaret.

¡Muy amados en el Señor, Hermanos y Hermanas!

No permitamos desalentarnos por lo que hemos visto que ha tenido lugar, mas bien, pongamos nuestras esperanzas en la misericordia de Dios. Tratemos de encontrar consuelo en las profecías de los santos ancianos de Optina, quienes han dicho que la nave de la Iglesia se ha roto, pero la salvación todavía puede hallarse en las partes que han permanecido.

Dado que se acerca el tiempo de nuevas pruebas para nuestra fe y lealtad a la Santa Ortodoxia, procuremos apartar nuestras lenguas de pronunciar juicio sobre aquéllos que han sido seducidos por la falsa unión y se han apartado de ella. Mas, pongamos nuestra atención en nuestros propios corazones y almas, porque la salvación no depende de la cuantía de nuestras palabras, porque en los argumentos expuestos allí, no puede haber condenación de otros cuando un hombre, en humildad, paciencia y mansedumbre por causa de Cristo busca no salvar la Iglesia, como Metropolita Sergy (Stragorodsky) creyo que estaba haciendo cuando fundó el Patriarcado de Moscú, sino salvar su propia alma.

Hubo muchos en la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero que representaban lo que es correcto, y muchos que intentaron poner en evidencia lo malo, cual estaba teniendo lugar, pero hubo también, desgraciadamente, muchos que se dejaron arrastrar por las apariencias externas y la belleza superficial, debido a que ellos se cegaron y no podrían diferenciar los bueno de lo malo.

Redoblemos nuestras oraciones, para preparar nuestros corazones y almas para las próximas pruebas. Esperando en la misericordia de Dios, y en las oraciones de los Santos Nuevos Mártires y Confesores de Rusia, procuremos nuestra salvación con toda piedad y pureza.

Suzdal

24 de mayo de 2007

User avatar
rafaeldaher
Newbie
Posts: 22
Joined: Sat 27 August 2005 10:07 pm

Tradução Para o Português

Post by rafaeldaher »

Ao Rebanho que ama a Deus em Cristo

Amados no Senhor, irmãos e irmãs!

Agora, todo o mundo ortodoxo pode testemunhar os acontecimentos que estão ocorrendo da forma em que está escrito no Livro do Apocalipse, segundo as palavras proféticas do Santo Apóstolo e Evangelista João o Teólogo: “E será permitido ao dragão pelejar contra os santos, e vencê-los.”

A Fé Ortodoxa é o fundamento da vida espiritual de cada homem. Sem embargo, a assinatura da Ata de Comunhão Canônica entre os hierarcas da Igreja Ortodoxa Russa no Exílio e os representantes do Patriarcado de Moçou, que está manchando com suas infinidades de pecado que iniciaram no período do delírio ateísta na Rússia, é um grande golpe contra a Fé Ortodoxa.

O caminho pernicioso pelo qual os principais bispos da Igreja Ortodoxa Russa no Exílio embarcaram agora, com o Arcebispo Marcos de Berlim na liderança, foi apoiado nos EUA, pelo Metropolita Lauro, que declarou recentemente em uma entrevista que sua decisão de unir-se ao Patriarcado de Moscou foi tomada já em 1980. Desta forma, o caminho que levou à assinatura final da “Ata” não tem sido outro que não o de mentiras, intrigas, ódio e aniquilação espiritual àqueles que defendem os ideais da Verdadeira Ortodoxia e da Santa Rússia.

Na Rússia, é dito constantemente que existe separação entre Igreja e Estado. No entanto, foram criadas muitas dúvidas se tal separação existe de fato, pois os líderes do Patriarcado de Moscou e da Igreja Ortodoxa Russa no Exílio manifestaram ao mundo inteiro, no momento da assinatura da infeliz “Ata”, que a união entre as Igrejas contribuirá bastante para as políticas de governo do país.

Mas as feridas continuam sangrando, aquelas que o Patriarcado de Moscou infligiu contra a Igreja Ortodoxa Russa no Exílio, a qual, como eles proclamavam, era um reduto das operações políticas que trabalhavam pelos EUA, na qual o clero direitista, a Guarda Branca “não derrotada”, os cossacos reacionários, e os traidores do Exército de Vlassov encontraram abrigo seguro. Hoje, porém, o líder do Patriarcado de Moscou afirma o contrário: agora, ele diz que durante sua infância conheceu representantes da Igreja no Exílio, e pode atestar acerca de seus serviços consagrados à Rússia e à Igreja.

Embora existam algumas pessoas, que podem testemunhar como, logo após a II Guerra Mundial, quando alguns bispos do Patriarcado de Moscou, ao oferecer uma “mão amiga” aos bispos, sacerdotes e fiéis que estavam exilados, enganaram alguns para que retornassem à pátria. E junto com as autoridades ateístas, ofereceram perdão e uma boa vida. Mas quando eles retornaram à URSS, o que os esperava na verdade era o artigo 58 do Código Penal e muitas décadas de prisão.

Nós lembramos e mantemos em alta estima o Primeiro-Hierarca da Igreja Russa no Exílio, o Metropolita Vitaly, aquele que para alcançarem a meta de união com o Patriarcado de Moscou, foram obrigados a depor utilizando meios enganosos, e tentaram submetê-lo a uma avaliação psiquiátrica para estabelecer uma assistência psiquiátrica para ele.

Eles trataram o Metropolita Vitaly por sua oposição à união com o Patriarcado de Moscou da mesma forma que o Patriarcado de Moscou tratou o Arcebispo Hermógenes, quando este lutou contra o fechamento das igrejas de sua diocese e contra a disseminação da propaganda fanática irreligiosa na época do descongelamento de Krushchev; utilizando a mentira para encerrar as suas obrigações de bispo governante, e depois enviaram-no para um “retiro” em um monastério, sob vigilância estrita. Talvez o próspero clero da Igreja Ortodoxa Russa no Exílio pode esperar o mesmo destino?

Assim como o bispo Diomid, do Patriarcado de Moscou, que testemunhou que a organização eclesiástica do Patriarcado de Moscou está manchada por apostasia, heresia e traição. É bom notar que esse testemunho não foi feito por nenhum “cismático corrompido pelo orgulho e que se voltou contra a direção da Santa Madre Igreja”, mas sim que esse testemunho provém de um dos membros de sua própria administração.

Agora a decaída Igreja Ortodoxa Russa no Exílio foi completamente encerrada, devido à traição de seus ideais, por parte daqueles que juraram manter e preservar o fogo da graça que foi aceso por seus fundadores e que lutaram para guardar as tradições da Santa Rússia – os Metropolitas Antônio, Anastácio e São Filareto.

Amados no Senhor, Irmãos e Irmãs!

Não permitamos que nos ocorra o desânimo ao vermos o que está ocorrendo, mas sim, ponhamos nossas esperanças na misericórdia de Deus. Tratemos de encontrar consolo nas profecias dos santos anciões de Optina, que disseram que o navio da Igreja foi despedaço, mas a salvação pode ser encontrada nos pedaços que permaneceram.

Dado que se aproxima a época de novas provas à nossa fé e da lealdade à Santa Ortodoxia, procuremos apartar as nossas línguas de produzir julgamentos sobre aqueles que foram seduzidos pela falsa união e se apartaram dela. Mas, ponhamos a nossa atenção em nossos corações e almas, pois a salvação não depende da quantidade de nossas palavras, porque não pode haver condenação quando um homem em humildade, paciência e mansidão não tenta salvar a Igreja, diferente do que o Metropolita Sérgio (Stragorodsky) acreditava que estava fazendo quando fundou o Patriarcado de Moscou, mas sim salvar apenas a sua alma.

Muitos na Igreja Ortodoxa Russa no Exílio representam o que é correto, e muitos tentam demonstrar o mal que está ocorrendo, mas também, desgraçadamente, há muitos que se deixaram levar pelas aparências externas e de beleza superficial, e devido aos que os cegaram, não podem diferenciar o bem do mal.

Redobremos as nossas orações, para nos preparar os nossos corações e almas para as próximas provas. Esperando pela misericórdia de Deus, e com as orações dos Novos Mártires e Confessores da Rússia, procuremos a nossa salvação com toda piedade e pureza.

Suzdal

24 de maio de 2007

Post Reply